El esplendor del Románico coloca en el centro de Madrid un fabuloso despliegue del arte románico de Cataluña, parte muy destacada del románico europeo. De esta manera la capital española será durante unos meses un acelerador de partículas artísticas que demostrará que el tnel del tiempo a menudo es de ida y vuelta, y que aquel arte recoleto, espiritual, austero y modesto es hoy lo más moderno y absoluto que puede verse. El símbolo es una conjunción de formas visibles destinada a mostrar las invisibles se dijo hace mil años y hoy está más vigente que nunca.
Entre los S.XI y XII tuvo lugar en Europa una época de desarrollo económico y comercial, que propició la comunicación y el intercambio. El románico es la manifestación artística que se corresponde a esta época, y un planteamiento artístico donde prevalece lo simbólico. La Iglesia creó una gran red de centros de peregrinación de Compostela a Jerusalén, que se convirtieron en ricos centros de comunicación e intercambio. La idea de un Dios autoritario pero protector, es el vehículo principal de un arte al servicio del mensaje, mensaje éste que debía ser representado de forma sencilla, visual, comprensible para la sociedad rural e iletrada de la época. El símbolo es una conjunción de formas visibles destinada a mostrar las invisibles (Hugo de San Víctor, ca. 1090-1141), esta premisa se encuentra en la base del porqué de un arte enigmático, austero y contundente.
Una de las piezas más destacadas de la muestra es la reproducción, a tamaño real, de las pinturas de una absidiola de Sant Quirze de Pedret, realizada exclusivamente para la muestra, además de la inclusión de una reproducción virtual en 3D de la portada de Ripoll, realizada en 2008. Destaca también la presencia de la Lapidación de San Esteban, que ha sido objeto de una cuidada restauración, cuyos resultados se presentan por primera vez al pblico en esta exposición.
En su momento el MNAC centralizó toda una serie de obras de arte dispersas en ermitas catalanas. Retiró los frescos de ellas, los repuso sobre óleo, y los centralizó en Barcelona, en salas del museo que imitaban las ermitas primitivas. Una operación bastante drástica y controvertida que alimenta la polémica sobre el papel de los museos y el lugar adecuado de los testimonios artísticos de otras épocas, si sus cómodas salas, o si los primitivos, aislados y a menudo de difícil acceso, parajes primigenios para los que fueron concebidos.
En las 59 obras seleccionadas se encuentran representadas todas las técnicas y temáticas principales, tratándose pues de una semblanza completa del románico. La exposición se encuentra dividida en cinco secciones, donde se muestran las obras aplicadas a arquitectura (pintura mural, escultura en piedra) y los objetos de mobiliario litrgico (pintura sobre tabla, escultura sobre madera, orfebrería y esmaltes.
La siguiente sección, dedicada a la escultura monumental, muestra su adopción ya muy posterior por los artesanos, arquitectos y constructores. El monasterio de Ripoll es uno de los centros más activos en este tipo de producción. El interés por los modelos clásicos y la relación e influencia con la escultura del norte de Italia dan forma al panorama escultórico catalán. La dovela (elemento constructivo que conforma un arco) de Ripoll, una talla en piedra del segundo tercio del siglo XII, procedente del Monasterio de Santa María de Ripoll (Ripollés, Gerona) merece especial atención.
La sección tercera, Un espacio para la narración, nos ofrece un despliegue asombroso de pintura de tabla al temple. El milagro de la conservación exultante de sus vivos colores se debe al uso de pigmentos inorgánicos. Si bien es cierto que las iglesias más pudientes tenían frontales de orfebrería, las tablas por supuesto eran también apreciadas, al menos tanto como ahora. El altar de Tavèrnoles y el Baldaquino de Tost son ejemplos impresionantes.
El poder de las imágenes es la cuarta sección: Nosotros no adoramos estas imágenes, ni las llamamos dioses, ni ponemos en ellas esperanza de salvación, pues esto sería idolatría. Antes bien, las veneramos para rememoración y recuerdo de las cosas que sucedieron en otro tiempo, afirmaba Guillermo Durando (1230-1296). El poder de estos símbolos cristianos sigue manteniendo su vigencia an en este mundo hostil a los mismos. Sin duda hay que destacar la Majestat Batlló, una emblemática representación del triunfo sobre la muerte de Cristo. Su ubicación, solitaria en una sala circular, busca enfatizar su poder y el recogimiento al que incita.
atesorados y resguardados en sacristías, espacios equivalentes a cámaras de seguridad de hoy en día. El Copón de la Cerdaña sirva de ejemplo entre piezas todas dignas de admiración.
El catálogo contiene reproducciones en color de todas las obras, y tres ensayos interesantes, acompañados de cronología y cartografía sobre la evolución del arte románico que permiten una panóramica global.
El cristianismo era entonces, hace casi un milenio, una fuerza poderosa pero aletargada, que despertaba de una hibernación de siglos. Se expresaba a escala humana, con esa espontaneidad y ese acercamiento que luego, en pocos siglos, perdería, a medida que acumulaba poder, que se convertía en el mayor poder de todos, que se empeñaba en mostrar su fuerza en una arquitectura apabullante, faraónica, como la que hoy gustan desplegar los poderes estatales, autonómicos y hasta municipales, a veces sin ton ni son, casi siempre a mayor gloria propia, como pirámides donde no se guardarán sus momias.
El actual pontificado está planteando, a veces con renglones torcidos, una vuelta a lo que significa el románico, una espiritualidad disidente, una fuerza esotérica, forzado por la hostilidad del ambiente. Benedicto XVI ve inevitable un cristianismo minoritario y mal visto, obligado a volver a las esencias y a dar ejemplo. El arte románico que ha inspirado en parte las corrientes del ltimo siglo es un comic, un tebeo aparentemente naif y primitivo pero cargado de esencias. Ese hombre enjuto al que está dedicado, y esos hombres rsticos que le acompañan, esos rostros, esos cuerpos, esas tnicas y esas cruces han llegado hasta aquí para quedarse.
La página web monográfica como siempre en esta institución es magnífica. www.exposicionesmapfrearte.com/romanico/
EL ESPLENDOR DEL ROMNICO
Del 9 de febrero al 15 de mayo de 2011
FUNDACIÓN MAPFRE. Instituto de Cultura.
Paseo de Recoletos n 23
Comisario, Jordi Camps. Conservador Jefe. rea de Románico (MNAC), con la colaboración de Gemma Ylla-Català y Joan Duran-Porta
Producción: Fundación Mapfre en colaboración con el MNAC (Museu Nacional dArt de Catalunya, Barcelona).