La muestra Odilon Redon (Burdeos, 1840-París, 1916), realizada en colaboración con el Musée DOrsay de París, es la primera gran exposición monográfica de este artista francés en España. Su recorrido cronológico parte de sus inicios como grabador y llega a la época del color en la atmósfera de los simbolistas, con escenas mitológicas y el incandescente Carro de Apolo, himno a la luz. Este camino seguido por el artista de la sombra a la claridad, dicen los organizadores que no tiene parangón en la historia del arte. En todo caso, es presentado a través de 170 obras maestras de distintas instituciones, que comprenden óleos, dibujos, grabados, paneles decorativos y bocetos para textiles.
Redon es sin duda un artista especial, un cabo suelto de los inicios de la modernidad cuyo reciente descubrimiento viene a confirmar la revisión en curso de la historia ortodoxa del arte moderno a través de los ismos. La exposición es la quinta colaboración consecutiva de esta fundación española con el Musée dOrsay de París, a cuya renovación está contribuyendo financieramente. Tanto el comisario Rodolphe Rapetti como Guy Cogeval, presidente del museo parisino, afirman que es la mejor muestra del artista realizada hasta ahora. En un momento histórico en el que los pintores pugnan por reflejar el mundo real lo más fidedignamente posible, él emprende un camino opuesto, el de la introspección onírica y la inmersión en el subconsciente. A destacar su uso de la técnica del pastel, un asombroso despliegue colorista de enorme sutileza, tras mucho años de trabajar nicamente con el grabado en blanco y negro.
Odilon Redon fue pintor de la imaginación y el subconsciente en plena hegemonía del naturalismo, un indagador en lo misterioso, un buscador atraído por la dimensión espiritual del mundo, que no por muy negada es menos existente. Su serie Homenaje a Goya de 1885 busca una conexión profunda sin la menor referencia visible. Pruebe a detectarla. Su lienzo Ojos cerrados merece especial atención. Tiene representaciones teósoficas de Buda y de Cristo, y por algn lugar de la exposición aparece la sagrada mandrágora, todo ello reflejo de su pertenencia a los círculos ocultistas parisinos, donde los burgueses inquietos ante la molicie de su clase y el ascenso del proletariado jugaban a encontrar otras dimensiones de la existencia.
Un pintor de intangibles y un fotógrafo de denuncia. Donde los extremos se tocan.
Aproximación a las exposiciones (del 1 al 10)
Interés: 7-7
Despliegues: 8-8
Comisariados: 7-7
Catálogos: 8-8
FUNDACIÓN MAPFRE
-Odilon Redon (1840-1916)
-Fotografías de Lewis Hine
Salas Recoletos (P de Recoletos, 23. Madrid)
Hasta el día 29 de abril.