guía cultural

Alabanza de los árboles

José Catalán Deus | Jueves 29 de marzo de 2012

El fotógrafo vasco Juan Muguruza a sus 67 años ha prolongado una carrera desarrollada en la fotografía industrial y publicitaria con un colofón diferente: el universo de formas y colores con que los árboles se cubren, esas cortezas tan variadas y atractivas que si ya lo son enormemente a simple vista, él ha querido examinar en grandes ampliaciones de pequeñas muestras, un enfoque imposible para la vista humana que convierte las epidermis arbóreas en imágenes que van más allá del dualismo figurativo-abstracto, que en cada caso parecen influidas por distintas tendencias del arte del ltimo siglo, geometrismo, cromatismo, expresionismo, todo lo que el artista experimenta para imitar a la madre naturaleza sin llegar nunca a poder compararse con ella.

Muguruza expone un conjunto de 44 fotografías de gran formato bajo el nombre de Pieles. La inauguración se ha visto afectada por la protesta del artista plástico cordobés Rafael Martorell, que afirma en un mensaje enviado a la publicación revistadearte.com que esta Pieles es un plagio de la que tuvo lugar en el Real Jardín Botánico de Córdoba el pasado mes de diciembre y de la cual yo soy autor con el tÍtulo La piel de los rboles. Es increíble que se llegue a plagiar de una forma tan descarada el concepto de mi exposiciónUna persona del CSIC amiga mía habló de mi proyecto con responsables del Real Jardín Botánico de Madrid Eso fue hace tiempoahora un señor utiliza parte del titulo y concepto idéntico para su exposición.., Tomaré las medidas oportunas al respecto y me siento dolido porque mi exposición tenia pensado llevarla a Madrid, incluso se ha convertido en un proyecto colectivo que será itinerante por otros jardinesno es justoes un plagio en toda regla.

Para Muguruza es su primera exposición fotográfica, lo cual hace todavía más importante el valor añadido que le aporta haber conseguido para la misma un espacio tan sensacional y tan adecuado como el paseo central del Real Jardín Botánico de Madrid, el lugar idóneo por excelencia para hablar, para sentir y comunicar sobre ese hermano y compañero de los humanos que es el árbol, al que tanto debemos, al que tan poco apreciamos, del que sólo nos llegan bienes y al que a menudo sólo pagamos con males.

En este contexto, rodeado de ejemplares magníficos de decenas de especies diferentes, las fotografías de gran formato de Muguruza, impresas en un material especial que las permitiría resistir decenas de años al aire libre en condiciones normales, y hasta dos años en pleno desierto, encuentran el emplazamiento idóneo y se ven realzadas por un diálogo con el natural que las frías paredes blancas de un espacio expositivo convencional, no proporcionarían.

Es cierto que el arte no puede competir con la Naturaleza, pero no es menos cierto que puede concentrar la atención del observador en prodigios que sin su apoyo pasarían desapercibidos. La corteza de los árboles es uno de esos prodigios. Así, la presente propuesta se centra en la plasmación cercana de esas pieles. El artista se ha guiado tanto por su belleza intrínseca, como por la extensa variedad y las infinitas sugerencias que en su proximidad resaltan. En este largo proceso han sido elementos básicos la luz y el tiempo. La luz cambiante a lo largo del día o de las estaciones, modificando la epidermis vegetal y el cromatismo de la piel arbórea, y el tiempo en su doble manifestación: la cronológica y la meteorológica. Otros elementos imprevistos los agentes parásitos, por ejemplohan colaborado en este trabajo por azar, escribe el escultor Rafael Trénor en el prólogo al Catálogo.

En el aspecto artístico, añade, la actual tecnología digital ha permitido resultados imposibles anteriormente, si bien Muguruza prescinde intencionadamente en esta exposición del photoshop para respetar la realidad natural. Mayor importancia tiene, como siempre, la mirada del artista. A veces, traspasa la piel en busca de la esencia del árbol. A veces encuentra en ellas manifestaciones propias del arte abstracto. A veces aparecen paisajes lejanos o de ensueño.

Se hubiera agradecido alguna explicación acerca de la realización técnica de las fotografías, los procedimientos empleados y las razones del enfoque y el formato, así como del proceso de selección y de su emplazamiento formando detemrinadas parejas, así como por qué se repiten algunos árboles mientras se echan de menos otros cuyas pieles son de reconocido atractivo. Abundan eucaliptos, cipreses, hayas, pinos y palmeras. No hay olmos ni castaños.

En cuanto a la exposición cordobesa en la que supuestamente se habría inspirado el artista vasco, el 11 de diciembre pasado, el diario Córdoba informaba de la inauguración en la ciudad de esta otra exposición denominada La piel de los árboles: El Jardín Botánico acoge hasta el 10 de enero una exposición de 30 fotografías que exploran las similitudes entre la piel de los árboles y la humana, del cordobés Rafael Martorell Las láminas están montadas en papel fotográfico sobre corcho. La muestra está acompañada de un video sobre la obra de otros fotógrafos cordobeses, también influidos por la naturaleza, que se han sumado al proyecto, y con cuyos trabajos se conformará una exposición colectiva, que se quiere llevar a otros jardines botánicos para que se unan otros artistas Segn explica el artista, La piel de los árboles es un título no buscado, sino encontrado, en uno de sus paseos por el lugar, buscando referencias y similitudes que le hicieron reflexionar y profundizar en la semejanza del árbol y el ser humano, y el tratamiento como seres vivos de las plantas. Martorell estuvo acompañado en la inauguración por Elena Moreno, del Jardín Botánico, y por el delegado de Patrimonio y Casco Histórico, Juan José Primo Jurado.

Una lamentable casualidad sin duda, especialmente en la cuestión del título. Pero que quizás no sea más que eso, habida cuenta de que proyectos así no se improvisan en tan sólo tres meses.

En todo caso, resulta interesante, quizás esclarecedor, que el veterano fotógrafo vasco, que comenzó su carrera profesional en el departamento de diseño y publicidad de Formica Española S.A, haya terminado por interesarse en los misterios y fantasías de la estructura natural que aquel producto comercial de tan enorme éxito en su época imitaba con tan prosaico resultado. Quizás sea el aflorar de un subconsciente que pugnaba por restablecer el justo predominio de la vida sobre la técnica. Sus macrofotografías, espaciadas en parejas a lo largo del Paseo de Carlos III del Real Jardín Botánico, enriquece nuestra percepción de ese infinito museo de bellezas que forman las simples y humildes cortezas arbóreas, completa la visión a simple vista, sorprende con colores y formas inusitadas, y se une al canto de alabanza al que siempre nos transporta el misterio inaudito de la simple naturaleza.

Aproximación a la exposición (del 1 al 10)
Interés: 6
Despliegue: 7
Comisariado: 5
Catálogo: 7
Valoración: 5

Real Jardín Botánico
Pieles
Exposición fotográfica de Juna Muguruza
Comisaria: Leticia Espinosa de los Monteros
Hasta el 20 de mayo
Marzo: desde las 10:00h, hasta las 18:00h.
Abril: desde las 10:00h, hasta las 19:00h.
Mayo: desde las 10:00h, hasta las 20:00h.
El acceso es libre tras abonar la entrada al Jardín.