guía cultural

Sobredosis de comedias bárbaras

José Catalán Deus | Miércoles 04 de diciembre de 2013

El director del Centro Dramático Nacional, Ernesto Caballero, celebra sus dos años en el puesto con una gran producción que presenta conjuntamente las tres Comedias Bárbaras de Valle Inclán -guila de blasón (1907), Romance de lobos (1908) y Cara de Plata (1923)- en versión y dirección de él mismo y en el teatro del mismo nombre que el autor. Es un espectáculo de alto nivel, con muchos puntos a favor, aunque en contra jueguen sus excesos: de duración, de tremendismo y de imitación al cine. Los amantes de las emociones fuertes, de las escenas crudas y del sonido amplificado, no debieran faltar a la cita. Los espíritus sensibles, los rigoristas defensores del fondo sobre la forma y los celosos de su tiempo libre, tendrán que pensárselo dos veces.

Nuestra versión arranca con las primeras escenas de Romance de lobos cuando Don Juan Manuel Montenegro, atormentado por la culpa y funestos presagios de muerte, decide embarcar hacia Flavia Longa donde acaba de morir su esposa Doña María. Durante la travesía evocará su desenfrenada historia en un recorrido retrospectivo por las más destacadas escenas de Cara de Plata y guila de Blasón, explica Caballero.

Sin duda es difícil llevar a las tablas estos textos rebosantes de complejas e irrepresentables acotaciones, que su mismo autor siempre concibió para ser leídos y no para ser representados. Pero están tan bien escritos, son tan imaginativos y tienen tanta mordiente, que siempre han sido una tentación para las gentes del teatro. Como explica el correspondiente Cuaderno Pedagógico publicado por el CDN, han sido media docena al menos los intentos desde los años 60, los dos ltimos incluyendo las tres piezas juntas. Bigas Luna en 2003 con Juan Luis Galiardo de protagonista las comprimió en cien minutos en una también muy ambiciosa producción de dos millones y medio de euros. Ya entonces Galiardo comentaba lo que no se escapará a los espectadores inteligentes, que el protagonista es un remedo del Rey Lear de Shakespeare.

Ahora Caballero se extiende hasta casi tres horas y media en dos actos, un formato enorme que en pocos casos se justifica y no es este uno de ellos. Lo bueno si breve es un axioma respetado pero poco practicado, y sin embargo en el teatro son numerosos los casos en los que montajes aceptables, notables e incluso sobresalientes se arruinan por prolongarse en demasía, por dar vueltas sobre lo ya expuesto, por rizar el rizo sin bajar el telón en el momento debido.

Montenegro es deslumbrante en su primera hora y media y se arruina en sesenta interminables minutos finales que pueden aniquilar al más experimentado espectador. La escenografía se basa en una idea simple y poderosa -un puente rural de tres arcos- que una iluminación extraordinaria convierte en mil paisajes sugerentes, interiores y exteriores, diurnos y nocturnos, rurales y marinos, con escasas ayudas de mobiliario y muy abundantes y bien manejados recursos de telones y proyecciones. Vestuario y caracterización no pretenden realismo sino impacto simbólico de tres órdenes emocionales: el señor feudal don Juan Manuel, su bufón don Galán y otros personajes andan semidesnudos, ataviados con pieles como si de neandertales se tratara; envueltos en sudarios harapientos y blanquecinos desfila una santa compaña de desheredados de la tierra; y en negro negrísimo se atavían clérigos e hijos malvados. El ambiente sonoro está amplificado al máximo y los actores llevan micrófonos (que a veces fallan) para que sus voces retumben y resuenen de ultratumba. En el enorme escenario de este teatro, con un elenco de 21 actores y actrices que lo animan con una coreografía notable, el resultado es sin duda espectacular, de lo más espectacular que uno ha visto ltimamente. Espectacular y cinematográfico, intencionadamente muy cinematográfico.

La versión consigue contar la desmadrada y tremebunda historia de un patriarca brutal en la Galicia profunda del siglo XIX, donde perviven estructuras feudales y supersticiones atávicas. Cruel amo, no sólo de siervos y sirvientes sino también de esposa y cinco hijos que terminan odiándolo, se hunde en una vejez solitaria y demente en la que comprende lo errado de su vida y se arrepiente antes de morir. Valle Inclán como tenía por costumbre aplica un naturalismo exacerbado a ambientes ya extremos, para estrujarnos el alma sin tregua con ese sensacionalismo atávico que viene de Esquilo y pasa por Shakespeare. Ernesto Caballero carga las tintas recargadas, y añade toda la truculencia de que es capaz. Brutalidad, sordidez, miseria, avaricia, lujuria, ira, soberbia, los pecados capitales se enseñorean de la escena. Un mundo redobladamente horrible para atrapar a espectadores ya inmunizados al horror.

Ramón Barea -larguísimo papel- consigue en la ltima media hora pasarse de rosca hasta extremos indecibles en ese reiterativo anciano que perorea y perorea sin terminarse nunca de morir. Es un buen actor, aunque algo encasillado, pero termina estragándonos en papel tan interminable. Bien, muy bien los dos principales papeles femeninos, Rebeca Matellán como Sabelita, y Mona Martínez como La Roja. Bien, muy bien, ese abad de AlfonsoTorregrosa, y ese capellán de JuanCarlosTalavera. Complicados personajes ese Fuso Negro y ese Don Galán bien resueltos por Edu Soto y Janfri Topera aunque se les entienda mal, como a otros personajes: textos tan literarios, tan ricos en palabras desusadas, siguen resistiéndose a nuestros actores. En fin, habría que nombrar a todos, valorar los dobles y triples papeles, y destacar el resultado en conjunto del elenco y la dirección actoral.

Montenegro (

CENTRO DRAMTICO NACIONAL
Teatro Valle-Inclán
Montenegro (Comedias bárbaras), de Ramón María del Valle-Inclán
29 de noviembre de 2013 a 19 de enero de 2014

REPARTO (por orden alfabético)

Fran Antón, Ramón Barea, Ester Bellver, David Boceta, Javier Carramiñana, Bruno Ciordia, Paco Déniz, Silvia Espigado, Marta Gómez, Carmen León, Toni Márquez, Mona Martínez, Rebeca Matellán, Iñaki Rikarte, José Luis Sendarrubias, Edu Soto, Juan Carlos Talavera, Janfri Topera, Alfonso Torregrosa, Yolanda Ulloa, Pepa Zaragoza
Msicos: Javier Coble, Kepa Osés

EQUIPO ARTÍSTICO

Ernesto Caballero (Versión y dirección), Jose Luis Raymond (Escenografía), Rosa García Andjar (Vestuario y caracterización), Valentín lvarez (Iluminación), Javier Coble (Msica), Mar López y Riki Blanco (Diseño de cartel), Valentín lvarez (Fotos), Paz Producciones (Vídeoclip)

Producción Centro Dramático Nacional
Horario: Martes a sábados: 19:00 horas. Domingos: 18:00 horas
Duración: casi tres horas y media, con intermedio
Encuentro con el pblico el 12 de diciembre al finalizar la función
Los días 10 y 28 de diciembre funciones con sobretítulos en inglés
Los días 15, 16 y 17 de enero serán funciones accesibles para personas con discapacidad auditiva y visual
El servicio de venta de entradas por Internet y teléfono (902 22 49 49) no lleva ningn recargo.